Un encuentro inesperado

Un encuentro inesperado


Marcos 9:2-9; Marcos 10:18; Mateo 19:16-30; Lucas 18:18-30


Introducción:


Los personajes de este pasaje son Jesús, un joven (quien era conocido más por su riqueza que por su nombre), y los discípulos como testigos de aquel encuentro.


De este hombre se dice que era: joven, importante y rico:




  • Marcos dice que: tenía muchas posesiones.



  • Mateo dice que era: joven,… y que tenía muchas posesiones.



  • Lucas además no señala que era un: Principal,… y además, era muy rico.


Cualquiera podría pensar que era un hombre feliz. Que otra cosa se puede anhelar en la vida. Sin embargo por su dialogo con Jesús, entendemos que a este hombre le faltaba algo:


RVA Marcos 10:21 Entonces al mirarlo Jesús, le amó y le dijo: –Una cosa te falta: Anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres; y tendrás tesoro en el cielo. Y ven; sígueme.


Quizás lo más importante, lo que habría cambiado su vida de fría, rutinaria y sin sentido a una vida llena y plena, estaba justamente allí, conocer a Jesús, siguiéndole.


Ya desde aquí encontramos una enseñanza, la plenitud de la vida no está en al juventud, la fama o la riqueza, el verdadero sentido de la vida está en Jesús; por eso le dice “sigueme”


1) Un encuentro inesperado.


Tanto Mateo como Marcos nos presentan este pasaje como un encuentro inesperado; de salida de, camino; como un encuentro “fortuito”, de este joven con Jesús.


Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo…


Entonces vino uno y le dijo:


Pero, pensándolo bien, así ha sido el encuentro de Jesús con muchos de nosotros, nos ha encontrado de camino, en los caminos; generalmente lejos de casa.


1.a) Un lenguaje apropiado, para una ocasión singular.


La manera de dirigirse, el joven rico a Jesús, por demás nos resulta halagadora; aquí los tres evangelistas coinciden, y lo hace otorgándole dos títulos importantes a Jesús.


Maestro bueno… didaskalos teacher , master, doctor agathos good excellent, distinguished honourable


1.b) Una pregunta decisiva envuelta en un hermoso paquete.


¿qué haré para heredar la vida eterna?


¿qué bien haré para tener la vida eterna?


La pregunta por demás es importante; Jesús lo sabe como también sabe que para alcanzar la salvación no se trata de hacer, sino de creer y de seguir.


Todo lo contrario a lo que este joven ha estado tratando de hacer con su vida, alcanzar la salvación, por merito propio.


¿Cuántas veces nos hemos acercado a Dios, preguntándole, Señor que debo hacer?, y responde, “sígueme”


2) Lo menos que esperamos al distinguir, es que se nos distinga.


¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.


Al llamarle bueno, a Jesús, espera que a él se le reconozca, precisamente como un hombre bueno, uno que guarda la ley desde su juventud, uno que hace lo imposible por ser bueno y que, sin embargo, sigue sintiendo que algo le falta.


Tenemos la necesidad de que se nos considere buenos y que por esto, la salvación nos sea otorgada, pero la respuesta no está allí, esta en el seguir a Jesús.


El joven no busca una respuesta, sino una aprobación. Llama a Jesús bueno, porque el mismo se siente bueno o, tiene la necesidad de sentirse bueno.


Jesús le muestra lo equivocado que está, al pensar que la bondad (en términos de perfección), es un atributo humano, una conquista humana que nos pueda dar como premio la salvación.


3) Guardar los mandamientos de Dios sin conocer a Dios.


Los mandamientos sabes:


Más, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.


Guardar los mandamientos de Dios, pero sin conocer a Dios, su carácter de bondad, su paternidad.


No hay nada más gravoso que esto, seguir los mandamientos de Dios sin conocer de Dios.


Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.


Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?


4) Pero no se puede conocer a Dios si no se le sigue a Jesús.


Jesús nos revela al Padre


El nos da agua viva que llena, sacia nuestra sed y nos hace estar completos y cabales, que nada nos falte, y esa agua salta de nuestro interior y corre para vida.


Por eso le dice, en sus propias palabras (de alcanzar perfección):


Si quieres ser perfecto,


Aún te falta una cosa:


Sí, te falta algo, conocerme;


Pero, sólo puedes conocerme renunciado a aquello que te da seguridad, a aquello en lo que has estado trabajando todo este tiempo, en tu personalidad, en tus mascaras y tener un encuentro conmigo en la sencillez del caminar cristiano.


El único hacer valido en el reino de Dios es aquel que nos pone en seguimiento de Cristo.


anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz


5) El costo de la renuncia vs. La gratificación del logro.


Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.


Siempre y en todas partes será más fácil para el hombre obrar su propia salvación, pues de esta manera cree tener el control de su vida de su salvación, el dice en que dirección ir, cuando ir y hasta donde llegar.


Lo otro, es abandonarse a Jesús, renunciar a la seguridad de mis caretas (riquezas), para entrar en la inseguridad del seguimiento, pero en la seguridad de que estoy en el camino correcto, aquel que me da testimonio una y otra vez de que soy hijo de Dios.


Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!