Mas allá de la amargura

Mas allá de la amargura


E hizo Moisés que partiese Israel del mar rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas.”  (Éxodo 15:22-23)


Hay una preciosa melodía judía llamada Jerusalén de Oro en la cual una de sus estrofas recoge un profundo sentimiento de esperanza, y más o menos dice así: Y más allá por el desierto, mirando el resplandor, iremos hacia el mar muerto a través de Jericó. Hay pozos para los sedientos, refugio habrá y pan, en el valle un pastor descansa mientras la tarde la cae. “Jerusalén ciudad de oro, llena de cobre plena de luz; yo quiero ser un instrumento para tu canción” Mas gozo y esperanza no podían albergar en sus corazones aquellos ex oprimidos israelitas que cruzando el desierto de Shur iban repletos de ilusiones hacia la tierra que Dios les había prometido.


Acaban de ser testigos oculares de las maravillas del Dios de sus antepasados, el mar se abrió como cortinas para que pasaran en seco al otro lado, y luego se cerró como sepulcro para hundir para siempre a sus enemigos. Más orgullosos no podían estar de su Dios. Sin embargo tres días de camino las cosas giraban dramáticamente, la sed había comenzado a consumirles y cuando de repente llegaron a un lugar donde había aguas, éstas eran sumamente amargas. Inmediatamente la frustración y la amargura no se hicieron esperar, el desánimo y la murmuración había comenzado a difundirse en todo el pueblo.


¿Qué habrías hecho tú ante tal situación? ¿Qué haces cuando ves tus esperanzas desvanecerse y la vida se vuelve insoportable? Entre las muchas opciones está el resentimiento, la amargura, la conmiseración, la frustración, y por supuesto hasta echarle la culpa a alguien. ¿Qué harías si te acaban de diagnosticar una enfermedad terminal? ¿Qué harías cuando la única alternativa es la bancarrota porque tus negocios y finanzas se han ido a pique? Si de repente perdieras tu trabajo de años y ya faltaba poco para el retiro. Si tu matrimonio que forjaste con tantas ilusiones en cuestión de semanas se viene abajo. Si has perdido para siempre a uno de tus seres más queridos. Si un hijo o una hija toma el camino más equivocado trayendo dolor y vergüenza a la familia. Si descubres que has sido traicionado por la persona en la que más confiabas. Si de repente el sueño americano se transforma en la peor pesadilla. Mas desalentadora no pudo haber sido la experiencia de la familia del niño Jaime Gough quienes llegaron a este país con muchas ilusiones, el jovencito era brillante y muy querido por sus maestros y compañeros, como buen alumno y notas excelentes su futuro era prometedor; pero un trágico 3 de febrero su vida fue cegada para siempre, le encontraron degollado por un compañero suyo en el baño de la escuela Southwood Middle, Miami Fl.


Las aguas de Mara eran completamente amargas, en vez de calmar la sed producían vómito. El arroyo de Querib por el cual corría agua fresca en tiempos del profeta Elías de repente se había secado. En el estanque de Betesda por más de 38 años un paralítico consumió su miserable vida esperando que cuando el ángel, de vez en cuando llegaba a remover el agua para que fuese sanado de cualquier enfermedad el que primero se lanzara, sin embargo otro siempre se adelantaba. Quizás por eso Jesucristo afirmó ser el agua de vida, él dijo que todo aquel que en él creyere de su interior saltarían ríos de aguas vivas. Ya el profeta lo había anticipado diciendo que “aguas serían cavadas en el desierto y torrentes en la soledad” (Is. 35.6) “En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles, abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca” (Is. 41.17-18)


El agua siempre está relacionada a la necesidad humana, sin agua es imposible cualquier forma ! de vida, por eso es que usando esa analogía, nuestro Señor dijo ser el agua de vida que satisface las ansiedades más profundas del alma, en contraste con las aguas amargas que este mundo ofrece. A eso se refería Nervo cuando dijo: Inútil la fiebre que aviva tu paso, no hay agua que pueda calmar tu ansiedad por mucho que bebas, el alma es un vaso que solo se llena con eternidad” Cuando tengas que hacerle frente a la desilusión, o cuando tus esperanzas se hallan desvanecido por completo, siempre recuerda que más allá de Mara, más allá de la amargura, a poca distancia se encuentra Elim, un lugar con doce fuentes y setenta palmeras, un lugar ideal para reposar y recobrar fuerzas para el camino, un lugar para saciarse y agradecer a Dios por su bondad y provisión diaria. Pero el camino continúa, la meta final no es Elim, Dios tiene otros planes, el trayecto aún no ha terminado, todavía Dios abrirá nuevas sendas, torrentes seguirán siendo cavados en la soledad, agua en el desierto encontrarás, él hará algo nuevo hoy. Solamente reposa porque largo camino te espera, como le dijo el Señor a su profeta desalentado y deprimido.


En la travesía de los israelitas en el desierto algunas lecciones que se desprenden de esa experiencia, podrían ser las siguientes: Acepta el reto, no te desalientes en medio del conflicto ni te acobardes en las primeras contrariedades. Paga el precio, no busques caminos cortos, asume la responsabilidad, sé valiente y esforzado, y sobre todo sé honesto, no culpes a otros por los problemas cotidianos. Sé tú, como dijo el poeta, el arquitecto de tu propio destino. Culpar a otros y murmurar de tus líderes es de cobardes. No busques a Moisés para quejarte de él, ni te declares en bancarrota pensando que no hay posibilidades. (v:24) Clama a Dios y él te responderá. Moisés en vez de justificarse o buscar personas que lo defendieran, clamó a Dios y fue inmediatamente oída su súplica. Sobre entendido es el hecho que el árbol que Dios le dijo a Moisés que lanzara a las aguas amargas representa la cruz del Calvario, en donde se encuentra la solución y la salvación de toda alma sedienta. La dulzura del amor del Padre. “El malhechor se convirtió creyendo en Jesús, él vio la fuente y se lavó, creyendo en Jesús” Descubre siempre cuál es el propósito de Dios. La Biblia dice que después que las aguas se endulzaron Dios les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó. (V.15)


Cuantas veces nos desesperamos, murmuramos y hasta dudamos del poder y del amor de Dios. Cuántas veces nos perdemos la bendición que Dios nos tiene asegurada por no haber pasado las primeras pruebas. Vuelve a leer el texto y descubrirás que después de haberles probado les dio preciosas promesas de sanidad y liberación. Cuántas veces nuestra inmadures nos hacen actuar abrupta e irreflexivamente sin preguntarnos que Dios quiere revelar y que promesas quiere cumplir en nosotros. Prosigue peregrino, recuerda que un poco más allá de las aguas de Mara, están las refrescantes fuentes de Elim. con sus majestuosas palmeras. No solamente se hace camino al andar, como dijo el poeta, sino que como le dijo Dios a Josué, harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien. Ponte en marcha, sacude el polvo de la pereza y la incredulidad, combate la artritis doblando las rodillas delante de Dios.


Aún cuando hayas llegado a Elim, nuevos horizontes se ponen a lo lejos, nuevos desafíos están por venir, nuevas bendiciones aguardan por ti. Como el siervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, Oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Ti? A todos los sedientos vengan a las aguas y beban gratuitamente. Junto a aguas de reposo les pastorearé, confortaré sus almas. El Cordero que está en medio del trono les pastoreará, Y los guiará a fuentes de agua de vida, y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ustedes. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.