Que hacer cuando no se sabe que hacer

Que hacer cuando no se sabe que hacer


2 Crónicas 20:1-24


Introducción


Hace aproximadamente un año mi esposa y yo tuvimos una de esas inesperadas sorpresitas de esta vida. Mi hija Karla estaba jugando en el parque cuando de pronto al querer subir por el barandal de la resbaladilla, se ‘resbaló’ de verdad y cayó de cabeza. La niña no paraba de llorar. En ese momento pensamos lo peor. Una caída de ese tipo generalmente trae consecuencias severas. De inmediato la llevaron al hospital donde le sacaron unas placas que indicaban que no tenía nada serio. Dos horas después, todo había terminado felizmente, gracias a Dios. Creo que si todos viviéramos en un libro de historias o en un cuento de hadas nunca nos ocurrirían cosas malas; quizá seríamos inmunes a todos los problemas, enredos y males de este mundo. Pero la verdad es que sí vivimos en un mundo real, en donde con mucha frecuencia suceden cosas inesperadas y desesperantes. A veces son pequeñas y no pasan de ser más que inconveniencias. Pero a veces son tan gigantescas que no sabemos qué hacer. ¿Les ha ocurrido algo así? ¿Se han visto de repente en una situación que les pone todo de cabeza? ¿Han estado en algún momento cuando no se sabe qué decir o hacer o a dónde correr?


En la Biblia encontramos la vida de un hombre llamado Josafat. Él fue un tataratataratataranieto del rey David y en ese momento era el mismísimo rey de Judá. Durante el tiempo de su reinado su nación enfrentó una invasión de un ejército aliado formado por los Moabitas, Amonitas y Edomitas. Las tres naciones mencionadas aquí eran antiguos enemigos del pueblo de Israel que vivían al otro lado del río Jordán. Eran parientes de los israelitas, porque descendían de los patriarcas. (Lot y Esaú, respectivamente) Pero a pesar de que eran parientes, siempre habían mostrado una actitud agresiva, como en esta ocasión. Un asunto que es muy importante notar es que este hecho ocurrió cuando Israel estaba en época de paz. Era tiempo de victoria espiritual: ocurrió justo después de un periodo de logros importantes en la visa de Josafat. El cap. 19:4 dice… Ahora, ¿qué creen ustedes que hizo?


Josafat hizo la misma cosa que todos nosotros debemos hacer cuando enfrentemos problemas, dificultades y todas las broncas de esta vida. Hizo todo lo que todo cristiano debería hacer: decidió acudir a Dios en busca de ayuda. Este ataque contra Israel es un símbolo de los ataques que experimentamos de vez en cuando en nuestra vida; estos trágicos golpes que enfrentamos como la muerte de un familiar o un amigo, la separación de nuestros padres, perder una año de la escuela por reprobar alguna materia, algún accidente que nos deja fuera del equipo o que simplemente corta algún sueño, la pérdida de trabajo, o cuando te sientes culpable por haber regresado a algún pecado que ya habías abandonado, o simplemente es un período en tu vida en el que te sientes vacío o seco y sientes que Dios ya no te oye, ya no le importas. En fin podemos enumerar muchos ejemplos más. Lo peor del caso es que a veces estos ataques se presentan sin avisar cuando las cosas van bien. Puede ser que después de luchar hayas tomado alguna decisión seria de comprometerte a servir al Señor. Pensabas que las cosas iban a marchar sin ningún problema, pero no. De pronto, te pasa de todo. Parece que todo y todos se ponen de acuerdo para hacerte la vida imposible. Y es exactamente cuando creías que las cosas estaban a todo dar cuando se pudre todo. En este pasaje aprendemos algunas lecciones muy pero muy importantes que debemos poner en práctica cuando nos encontremos en tiempos difíciles.


I. LOS CONFLICTOS SON UNA OPORTUNIDAD PARA ENTENDER LA FRAGILIDAD DE NUESTRAS VIDAS (1-2)


A. Como mencioné, los problemas siempre se presentan -tarde o temprano, pero siempre llegan. Con frecuencia, parece que son como conspiradores que se han aliado contra nosotros.


B. No tenemos que salir a buscarlos; más bien parece que son ellos mismos los que salen a buscarnos, aunque a veces muchas personas viven de tal manera que constantemente los están invitando.


C. Algunos dicen que todos los problemas vienen a causa del pecado. No siempre es así. Josafat no había hecho nada para provocar a sus enemigos.


D. El vr. 2 nos indica que el ejército se encontraba todavía a cierta distancia, es decir, tenían un poco de tiempo para prepararse y hacer algo al respecto. Muchas veces nosotros no tenemos ese lujo. Los conflictos y problema se presentan como los ladrones, sin un aviso.


II. LOS CONFLICTOS SON UNA OPORTUNIDAD PARA DESCUBRIR LO QUE HAY DENTRO DE NOSOTROS (3)


A. Una respuesta natural: Josafat tuvo temor. Algunas circunstancias en la vida producen temor: Ø Noviazgo / matrimonio: ¿Contra (perdón) con quién? ¿Estoy listo? ¿Estoy seguro que este es el bueno? ¿El tiempo correcto? Ø Elección de carrera: ¿Me convendrá? ¿Tendré un trabajo bien pagado? Ø Otros: enfermedades, divorcio, desastre, muerte, posibles desastres naturales, situaciones inseguras como viajar en avión, hablar en público Ø Asuntos espirituales: conocer la voluntad de Dios, enfrentar la tentación.


B. Una respuesta espiritual: humilló su rostro para buscar a Jehová… se reunieron para pedir socorro a Jehová… Consideraremos con más detenimiento esta respuesta de Josafat.


III. LOS CONFLICTOS SON UNA OPORTUNIDAD PARA ACUDIR AL SEÑOR (4-12) 


A continuación encontramos la oración que muchas veces olvidamos hacer. Pongan mucha atención, porque el desenlace de esta historia y el de los conflictos cotidianos en nuestra vida dependen de lo que Josafat dijo en esta oración. Veámosla con detalle:


A. Surge en una vida que busca a Dios


B. Es apoyada por la negación de uno mismo (el ayuno)


C. Surge de una aguda conciencia de nuestra impotencia (4) Josafat no se avergonzó en humillarse ante Dios frente a su pueblo. Algunos le da vergüenza orar en la lonchería de la esquina.


D. Reconoce la soberanía de Dios (6) Estaba reconociendo que Él como soberano tenía todo bajo control. Dios no es un neurótico como nosotros comiéndose las uñas y tronándose las uñas y caminando de un lado a otro pensando cuál será la solución más pronta. El tiene SIEMPRE el control de todas las cosas.


E. Reflexiona en su misericordia y bondad que ha mostrado en el pasado (7)


F. No pierde de vista la realidad (10-11)


G. Admite su debilidad, ignorancia y confusión (12b) A la gente le gusta que las demás la vean fuerte. Nos gusta que la gente piense que tenemos el control, que tenemos todas las respuestas. Esto se llama orgullo, y es el obstáculo No. 1 en nuestras oraciones Algunas reacciones equivocadas: Ø Presunción: se sienten auténticos héroes invencibles Ø Ignorar el asunto: fingen que no pasa nada Ø Ilusión: “ya pasará solito” Ø Superstición : se cargan un arsenal de amuletos para protegerse


H. Espera pacientemente (13) Vivimos en un mundo donde la rapidez es un valor necesario y donde impera la impaciencia. Queremos lo que queremos en el momento que lo que queremos. Tenemos la actitud de: “Señor, dame paciencia, pero ¡dámela ahora mismo!”


III. LOS CONFLICTOS SON OPORTUNIDADES PARA EXPERIMENTAR LA RESPUESTA DE DIOS (14-17) Esta sección nos enseña algunas cosas acerca de la respuesta de Dios:


A. Es un hecho (14) En esta ocasión usó a un hombre para comunicar su respuesta. Ahora contamos con su Palabra escrita que contiene su voluntad perfecta para nosotros. Dios no se queda callado.


B. Produce alivio (15) Dios les dijo que el ejército invasor se estaba metiendo con él. Es como si Dios les estuviera diciendo “no te preocupes, hijo; papi lo va arreglar”.


C. Fortalece e inyecta ánimo y confianza para enfrentar los problemas (16) No huyas, no escondas la cabeza como el avestruz ni llames a mamá. Enfréntalos con coraje y decisión, sabiendo que tienes al Todopoderoso a tu lado. El comercial de Farmaton para niños en el que los padres intervienen en la vid de sus hijos para ayudarlos a conseguir el éxito. Los exámenes, tu entrada a alguna carrera, conseguir algún trabajo, etc.


D. Nos asegura un final feliz (17) Les estaba diciendo que esta pelea era de mero trámite. La victoria estaba asegurada. Jesús dijo: confíen, yo he vencido al mundo. Es como ver una película que ya hemos visto anteriormente. Si estuviéramos mirando una película de Batman, sería una tontera afligirse viéndolo sufrir en manos del Acertijo o del Hombre Frío y pensar que tal vez en esta ocasión sí va a perder. Pues esta misma actitud asumimos cuando enfrentamos un problema o un reto grande y el Señor nos ha dicho que actuemos confiados porque Él va con nosotros.


IV. LOS CONFLICTOS SON UNA OPORTUNIDAD PARA ACTUAR CON FE (18-24)


Después de esta poderosa oración y la respuesta inmediata de Dios, a Josafat y el pueblo de Dios sólo le restaba una cosa: actuar, y eso fue exactamente lo que hicieron. Y de igual manera nosotros también debemos:


A. Adorar a Dios (18,19) ¡Cuándo se te ocurrió que podrías adorar al Señor antes de tu examen de Matemáticas o de Física, o cualquier situación de desesperación! Parece que los grandes héroes bíblicos como Pablo o Job conocieron este secreto. La alabanza y la adoración son armas más letales que todas las bombas nucleares.


B. Actuar con firmeza y determinación (20) Muchos tienen el síndrome de Gedeón: le piden pruebas a Dios de su voluntad. Le piden que confirme su voluntad. Dios no tiene que confirmar lo que claramente ha manifestado: Él exige obediencia. Los grandes cristianos se forman al tomar grandes y costosas decisiones cuando las hacen como nuestros amigos de esta historia: creyendo al Señor, pero con seguridad. Cuando estés seguro de que conoces la voluntad de Dios, no titubees ni un segundo. Sólo obedece. Los resultados de tu obediencia te sorprenderán (23-24)


Conclusión


Sí; aquél fue uno de los días que quedaron grabados con toda la intensidad del mundo en la memoria de Josafat y en la del pueblo de Dios. Esta adversidad que olía a tragedia nacional se convirtió en un triunfo total sin bajas que lamentar. Los judíos regresaron con más de lo que habían dejado en casa. A esto se refiere Pablo cuando grita que en Cristo somos más que vencedores por medio de aquél que nos amó (Romanos 8:35-39). Dios toma las circunstancias más traumáticas y trágicas y las transforma en un auténtico triunfo. Esta experiencia puede ser tuya y mía, si actuamos de acuerdo con los principios que encontramos en el pasaje. Reconoce tu propia impotencia y rechaza la tentación de buscar ayuda en las personas o lugares equivocados. Trae a tu mente quién es el Señor y lo que Él puede hacer por ti, y entonces mantente firme y actúa confiadamente en obediencia. Lo demás, depende de Él.