Consejos para el nuevo año

Consejos para el nuevo año


Proverbios 4:23-27


Introducción:


Los consejos llenos de sabiduría que Salomón diera a su hijo no han perdido su valor con el correr de los años. Hoy, que estamos listos para atravesar el umbral de un nuevo año, con sus problemas, pruebas, desafíos, y experiencias variadas, cada uno de nosotros deberíamos atesorar estas palabras de Salomón tan llenas de profunda sabiduría.


1. Guarda tu corazón. (vrs 23)


El corazón es la sede de las emociones.


Debemos poner la mirada en las cosas de arriba. Colosenses 3:2 («Buscar las cosas de arriba» significa luchar por poner las prioridades celestiales en la práctica diaria. «Buscar las cosas de arriba» significa preferir lo eternal antes que lo temporal. Véanse Filipenses 4.9 y Colosenses 3.15 para más detalles acerca de las leyes de Cristo en nuestra mente y corazón.)


Nuestro corazón estará donde se encuentra nuestro tesoro. Lucas 12:34 (Si concentra su dinero en sus negocios, sus pensamientos se centrarán en hacerlo rentable. Si apunta a otras personas, se concentrará en sus necesidades. ¿Dónde invierte su tiempo, dinero y energías? ¿En qué piensa más? ¿Cómo debería cambiar la forma en que usa sus recursos para que reflejen con más claridad los valores del Reino?


2. Guarda tu lengua. ( vrs 24)


Lo que decimos puede crear muchas dificultades y problemas. Santiago 3:5-10 (Santiago compara el daño que puede causar la lengua con una llama de fuego. La perversidad de la lengua tiene su origen en el infierno mismo. La lengua sin control puede causar un terrible daño. Satanás usa la lengua para dividir a las personas e instigar enfrentamientos. Las palabras ociosas y aborrecibles son peligrosas porque esparcen rápidamente destrucción y nadie puede detener los resultados una vez que se han pronunciado.


Debemos tener cuidado con lo que decimos, pensando que más tarde nos podremos disculpar, ya que el daño permanece. Algunas palabras expresadas con enojo pueden destruir una relación que necesitó años para establecerse. Antes de hablar, recuerde que los palabras son como el fuego, que no se les puede controlar ni se puede anular el perjuicio que pueden causar. q Lo que decimos puede ser de bendición. Proverbios 15:23;25:11; Salmos 34:13 (La Biblia a menudo relaciona el temor a Dios (amor y reverencia a Él) con la obediencia. «Teme a Dios, y guarda sus mandamientos» (Eclesiastés 12.13). «El que no me ama, no guarda mis palabras» (Juan 14.24). David dijo que la persona que teme a Dios no miente, se arrepiente de sus pecados, hace lo bueno y busca la paz. La reverencia es mucho más que sentarse y guardar silencio en la iglesia. Involucra obedecer a Dios en nuestra forma de hablar y en la manera en que tratamos a otros.


3. Guarda tus ojos. ( vrs 25)


Es fácil desviar la mirada y alejarnos de la meta. Gálatas 5:7-8; 2 Timoteo 4:10. Pablo estaba solo y probablemente se sentía solo. Nadie había estado en su juicio para hablar en su defensa (4.16), y Demás había abandonado la fe (4.10). Sólo Lucas había regresado (4.11).


Es fácil mirar a donde no debemos y perder de vista a Jesús. Mateo 14:28-31(Pedro no estaba probando a Jesús, pues es algo que se nos dijo que no hiciéramos (4.7). A pesar de que fue el único en la barca que reaccionó con fe, su pedido impulsivo lo condujo a experimentar una demostración poco común del poder de Dios. Pedro comenzó a hundirse porque no siguió mirando a Jesús sino que miró las olas gigantes que se levantaban a su alrededor. Luego su fe fluctuó cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Quizá no caminemos sobre las aguas pero sí caminaremos a través de situaciones adversas. Si nos concentramos en las olas de las circunstancias difíciles que se levantan cerca de nosotros sin buscar la ayuda de Dios, también terminaremos desesperados y hundiéndonos. A fin de mantener su fe en medio de las tormentas, mantenga los ojos en el poder de Cristo y no en su incapacidad.- A pesar de que empezamos con buenas intenciones, algunas veces nuestra fe decae. Esto no significa necesariamente que hemos fallado. Cuando la fe de Pedro decayó, buscó a Cristo, la única persona que podría ayudarle. Estaba temeroso pero aún así miró a Cristo. Cuando estamos recelosos de los problemas que nos rodean y dudamos de la presencia o capacidad de Cristo para ayudarnos, debemos recordar que es el único que en realidad puede ayudarnos.


El secreto del éxito reside en poner la mirada en Jesús. Hebreos 12:2 (La vida cristiana implica trabajo arduo. Requiere poner a un lado todo lo que ponga en peligro nuestra relación con Dios, correr con paciencia y hacer frente al pecado en el poder del Espíritu Santo. Para vivir con eficiencia esta vida, debemos fijar nuestros ojos en Cristo. Titubearemos si apartamos la mirada de Él y si nos miramos a nosotros mismos o contemplamos las circunstancias que nos rodean. Debemos correr para participar en la carrera de Cristo, no en la nuestra, y siempre debemos fijar nuestra mirada en Él.


4. Guarda tus pies. (vrs 26-27)


No debemos actuar en forma impulsiva. q Es necesario que meditemos y oremos. Salmos 37:23 (Dios ordena y afirma los pasos del que le busca. Si quiere que Dios dirija su camino, busque su consejo antes de dar el primer paso.


Tampoco debemos vacilar. Santiago1:6 («Pedir con fe, no dudando nada» significa no solo creer en la existencia de Dios, sino en su tierno cuidado. Eso incluye depender de Dios y confiar en que Él oirá y responderá a nuestras oraciones. Debemos poner a un lado nuestras actitudes críticas cuando nos dirigimos a Él. Dios no garantiza que ha de responder a nuestra desconsideración o egoísmo. Debemos tener la confianza que Dios armonizará nuestros deseos con su propósito.- Una mente inestable no está plenamente convencida de que el método de Dios es el mejor. Trata la Palabra de Dios como un consejo humano cualquiera y se queda con la opción a desobedecer. Vacila entre la lealtad a sus sentimientos subjetivos, los conceptos del mundo y los mandamientos de Dios. Si su fe es nueva, débil o de mucho esfuerzo, recuerde que usted puede confiar en Dios. Luego sea leal a Él. A fin de estabilizar sus fluctuaciones y dudas mentales, ríndase por completo a Dios.- Si usted ha tenido la oportunidad de ver a menudo el vaivén constante de las olas gigantescas del mar, sabe cuán inquietas son, sujetas a las fuerzas del viento, de la gravedad y de la marea. La duda lo deja a uno tan vacilante como las olas movidas de un lado para otro. Si usted quiere evitar que se le trate así, crea que Dios sabe qué es lo mejor para usted. Pídale sabiduría, y confíe en que Él se la dará. Al hacerlo, sus decisiones serán confiables y seguras.


El Señor ha prometido guardar los pies de los santos. 1 Samuel 2:9 (Ana alabó a Dios por la respuesta a su oración por un hijo. El tema de su oración poética fue su confianza en la soberanía de Dios y su agradecimiento por sus bendiciones. María, la madre de Jesús, utilizó la oración de Ana como modelo de su propia canción de alabanza llamada Magnificat (Lucas 1.46.55). Como Ana y María, debemos confiar en que Dios tiene el control último sobre los hechos de nuestras vidas, y debemos estar agradecidos por la manera en que nos ha bendecido. Al alabarlo por todas las cosas buenas, estamos reconociendo su control definitivo sobre todos los asuntos de la vida.


CONCLUSIÓN


Al entrar en el nuevo año debemos hacerlo tomados de la mano de Dios. Si así lo hacemos probaremos que “La senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto” Proverbios 4:18


Dios los bendiga Feliz Año 2003.