Como organizar bíblicamente nuestra vida

Como organizar bíblicamente nuestra vida


Nehemías 9:38; 10:1-39 


Introducción 


Una breve descripción de la situación que llevó al pueblo al reconocimiento de la necesidad de organizar su vida de una manera bíblica. Idea sermónica.  En este texto encontramos tres pasos indispensables que debe dar todo aquel que con seriedad quiera ordenar su vida para con Dios. 


I. Debe asumir un compromiso serio con Dios. Cap.9:38 


Este compromiso con Dios conlleva previamente un tiempo de reflexión. Todo lo que observamos en el capitulo 9 no es mas que la reflexión que el pueblo hizo luego de ver sus vidas expuesta a la palabra de Dios. 


El documento 10:1-27. Estas gentes oraron al señor: “señor, no queremos que esto sea una serie simple y vacía de palabras. Queremos que sea una promesa que quede fija. Declaramos nuestra dependencia de ti. ¡Firmaremos para probar que cumpliremos nuestra promesa¡” Uno de los grandes males que afecta nuestra sociedad es la falta de compromiso en todos los ordenes: en lo intelectual hoy día se habla de la muerte de los ideales, nuestra sociedad a sepultado su compromisos con los ideales y prefiere vivir del pragmatismo; en el matrimonio se propugna por las uniones libres, sin atadura, sin compromiso, en el campo laboral es asombrosa la cantidad de personas que vive cambiando de trabajo, no precisamente por mejores reivindicaciones, sino por no asumir un compromiso serio con una institución. Lo lamentable de todo esto es que desgraciadamente este mismo espíritu ha entrado en la casa de Dios, y como consecuencia las iglesias están llenas de personas que no quieren asumir un compromiso serio con el Señor. Esto me hace pensar en una tira cómica de un periódico que mostraba a un hombre listo para saltar del borde de una torre de apartamentos, con una nota de suicidio en su mano, pero con un paracaídas amarrado a su espalda. Ej. De los atletas olímpicos. 


II. Debemos asumir la distinción con seriedad y discernimiento. Vs.28


Estas gentes se propusieron ser diferente de los paganos que le rodeaban. Hubo personas que estaban dispuestas a decir: “vamos a ser individuos distintos y nos preocuparemos realmente en cuanto a las cosas que realmente pertenecen a la vida. No nos importa si cualquier otra persona del mundo vive en conformidad con esto. Nosotros si viviremos. Este documento será nuestra guía. Nuestros hogares serán distintos. Nuestra filosofía de vida no será como la de los que viven fuera de estos muros, ni siquiera como la de algunos que viven dentro de los muros de la ciudad. Esto es algo, señor, que queremos ofrecerlo ante ti. 


III. Debemos poner en orden nuestras prioridades. Vs. 29-39, en: 


En el hogar. Vs. 30. Este pueblo estaba rodeado por tribus y pueblos paganos que marchaban con un ritmo diferente. Lo más fácil para ellos hubiera sido mezclarse con ellos y perder su distinción. Pero ellos dijeron “no nos encogeremos los hombros, bostezaremos y diremos: no nos importa que nuestros hijos quieran mezclarse con cualquier tipo de gente, no nos importa lo que hagan nuestros hijos. 


En los negocios. Vs. 31. Esta promesa no carecía de significado. Estos eran pueblos que tenían hambre y talvez no tenían otro día para comprar y vender. Ellos estaban dispuestos, cuando comenzara el día de reposo y observaran a los negociantes venir por las colinas de Jerusalén, decirles: “no abrimos hoy. Hablaremos con ustedes mañana”. 


La casa de Dios. Vs. 32-39 “no abandonaremos la casa de nuestro Dios.