El profeta vela y espera

El profeta vela y espera


Habacuc 2:1-20


Introducción


En lugar de convertirse en un ateo o agnóstico, Habacuc fue a su fortaleza para orar, meditar y esperar en el Señor. Sabía que Dios oía su queja y que pronto le enviaría una respuesta. Dios en efecto contestó. «Tengo un plan y un calendario», dijo Dios. «Todo será a su debido tiempo, de modo que no te impacientes». Entonces Dios le asegura a Habacuc tres cosas maravillosas para animarlo y fortalecerlo durante esos días difíciles.


Bosquejo:


A. «El justo por su fe vivirá» (v. 4).


Este es uno de los versículos más importantes de la Biblia. Forma el texto de tres libros del NT: Romanos (1:17; enfatiza el justo); Gálatas (3:11; enfatiza vivirá); y Hebreos (10:38; enfatiza por fe).


Romanos 1:17 “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.”


Gálatas 3:11 “Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá”


Hebreos 10:38 “Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma.”


El versículo 4 describe dos clases de personas: las que «se enorgullecen» debido a que confían en sí mismas, y las que son salvas y humildes debido a que confían en el Señor. Véanse al fariseo y al publicano en Lucas 18:9-14.


Los caldeos eran los que se enorgullecían de sus victorias, sin percatarse de que era Dios el que les capacitó para conquistar.


B. «La tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová» (v. 14).


La tierra en el día de Habacuc no estaba llena de mucha gloria, ni tampoco lo está hoy. Mire los cinco «ayes» de este capítulo y descubrirá los pecados que Dios aborrece: avaricia y codicia violenta (v. 5–11); homicidio a sueldo (v. 12); embriaguez (v. 15–16); e idolatría (v. 19).


Estos son los mismos pecados que contaminan a las naciones en la actualidad. Y Dios los aborrece tanto hoy como lo hizo en el día de Habacuc. Pero la promesa sigue en pie, la gloria de Dios un día llenará la tierra, porque Jesucristo volverá, derrotará todo pecado y establecerá su Reino justo.


Conclusión


Dios sigue en su trono (Is 6). No tenemos necesidad de quejarnos ni de dudar, porque Él reina e interviene en los asuntos de las naciones. Habacuc pensaba que a Dios no le interesaban los problemas de la vida, pero descubrió que a Él le importaban mucho y que obraba según su plan y a su tiempo.


Es por ello que el justo vive por fe. «Porque por fe andamos, no por vista» (2 Corintios 5:7; 4:18). Si miramos a nosotros mismos o a las circunstancias, nos desanimaremos y desearemos darnos por vencidos, pero si miramos a Dios por fe y hacia adelante a la gloriosa venida de Cristo, nos animaremos y seremos capaces de avanzar en victoria.


2 Corintios 5:4-7 “Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. 6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor 7 (porque por fe andamos, no por vista);”


2 Corintios 4:18 “no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”